jueves, 27 de abril de 2017

POLONIA 7 DÍAS / 6 NOCHES

POLONIA 7 DÍAS/ 6 NOCHES: FEBRERO 2016.
CRACOVIA, WROCLAW Y VARSOVIA
  
DÍA 1. Viaje Madrid-Cracovia
 
Llegada a Cracovia por la noche. Paseo por el centro y a descansar.
 
 
DIA 2. Cracovia

Este día lo dedicamos hacer tres tours con la empresa free walking tour (son tours gratuitos en los que das la voluntad y hay que reservar por internet en http://freewalkingtour.com/es/cracovia/)
Por la mañana, hicimos el tour del casco histórico, donde vimos:

  •   Las antiguas murallas y la Barbacana: La Barbacana es una construcción militar que se utilizaba para defenderse de las invasiones otomanas y estaba conectada con las murallas.
 
Barbacana
Murallas
 
  •  La Plaza del Mercado Principal, considerada la plaza medieval más grande de Europa y centro de la ciudad. Allí se puede ver la Lonja de Paños, la Basílica de Santa María, que tiene dos torres de diferentes alturas y cada hora, en la torre más alta se puede escuchar la melodía “hejnal” tocada por un trompetista; la Torre del Antiguo Ayuntamiento y la Iglesia de San Adalberto (bastante pequeña).
 

Plaza del mercado principal

Basílica de Santa María

Estatua moderna, muy polémica. 
Torre del Ayuntamiento

Iglesia de San Adalberto
 
  •  Collegium Maius, conocido como el "Gran Colegio", es el edificio universitario más antiguo de Polonia. Estuvimos en el patio, donde se encuentra un antiguo reloj, que cada dos horas tiene lugar un peculiar desfile de muñecos de madera acompañados de una canción. 


Patio de la Universidad
 
  • El Castillo de Wawel, situado en la colina de Wawel junto a la orilla del Vístula, se puede visitar la Catedral de Wawel, el Dragón de Wawel, el Palacio Real…
 
Castillo de Wawel
 
Por la tarde, hicimos el tour de Cracovia Judía y la Fábrica de Oskar Schindler, y vimos:
  •  El barrio judio Kazimierz: fue una de las zonas que más sufrieron la invasión nazi. Al finalizar la guerra el barrio quedó muy decadente, y no fue hasta el rodaje de "La Lista de Schindler" cuando comenzó su recuperación. Aquí se pueden ver las famosas escaleras que aparecen en la película; y además,  hay siete sinagogas; el museo Galicia que fue creado en memoria de las víctimas del Holocausto (nosotros no entramos, porque leímos que no merecía la pena) y la plaza Nueva.
     
Escaleras que aparecen en la película "La Lista de Schindler"

Sinagoga Vieja, la más antigua de Polonia

Sinagoga de Isaac,

Museo de Galica
 
  •  El barrio Podgorze: después de recorrer el barrio de Kazimierz, cruzamos el río por el puente Bernatek para ver este Barrio, que fue el auténtico gueto judío de Cracovia, que fue creado por el régimen nazi para “limpiar” el centro de la ciudad y se convirtió en un hervidero de gente, enfermedades y privación de derechos. En este barrio quedan restos del muro del gueto y vimos también la plaza Bohaterów, que era la plaza principal del gueto y donde se seleccionaban a los judíos que iban a ser trasportados al campo de concentración. En esta plaza se encuentra el monumento de las sillas, un homenaje de Roman Polanski para recordar a los judíos que tuvieron que irse de sus casas con sus pertenencias a cuestas. En la misma plaza, está la Farmacia del Águila, única farmacia del gueto que durante la ocupación fue lugar de refugio para muchos judíos.


Puente Bernatek
Plaza Bohaterów
 Farmacia del Águila
 
  •  Junto al antiguo gueto se encuentra la famosa Fábrica de Oskar Schidler, creada para aprovecharse de la mano de obra barata y que acabó salvando la vida de cientos de personas. Cuando acabas el tour de Cracovia Judía te dan posibilidad de hacer el tour de la Fábrica de Schindler, pero este pagando (30PLN+entrada al museo). Nosotros sí que lo hicimos y la verdad que nos gustó mucho, ya que la guía que nos lo explicaba había tenido a su abuelo trabajando allí y podías ver cómo se emocionaba al contarlo.
 
Fábrica de Schindler

Fábrica de Schindler

Todos los tour nos resultaron muy interesantes, los recomiendo todos, ya que es la manera de enterarse bien de la trágica historia que vivieron… Además, hay muchas cosas que están medio destruidas y si no hay nadie que te lo diga, no lo sabes. Nosotros los hicimos el mismo día y la verdad que es un poco paliza, te da la sensación de que no puedes ver las cosas tranquilamente, pero para eso habíamos reservado un día y poder verlo tranquilamente.
 
He de decir que nosotros vimos unos días antes la película de la fábrica de Schindler para tenerlo más fresco y el pasear por sus calles es cómo si estuvieses en la película. Os recomiendo que la veáis antes de ir.


DÍA 3. Cracovia

Este día, hicimos dos excursiones, por la mañana  los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau y por la tarde las Minas de Sal.
 
Contratamos a través de cracovia.net, nos costó 33 euros y te dejan reservarlo hasta el día anterior a las 14.00, si hay plazas. Yo recomiendo hacerlo antes porque hubo gente que se quedó sin hacerlo porque ya no había plazas. El tour en español no lo hacen todos los días y por eso las plazas son más limitadas.
 
Los Campos de Concentración de Auschwitz y Birkenau se construyeron tras la invasión de Polonia por los alemanes. El complejo de campos de concentración de Auschwitz fue el mayor de los establecidos durante el régimen nazi. Localizado a unos 70 kilómetros de Cracovia, constituyó el principal centro de exterminio de la historia en el que murieron asesinadas más de un millón de personas.
 
En Auschwitz I, la mayoría de los judíos eran engañados por los nazis, que les vendían parcelas y casas y les ofrecían llamativos puestos de trabajo para que llevaran consigo sus bienes más valiosos. Tras un largo viaje que los dejaba exhaustos llegaban al campo, donde si no eran considerados aptos para trabajar eran asesinados, y si lo eran trabajaban prácticamente hasta su muerte.
 
A lo largo de los diferentes bloques del campo se pueden ver exposiciones en las que se muestran las condiciones en las que malvivían los prisioneros, además de una pequeña parte de la inmensa colección de los objetos que fueron robados a los prisioneros antes de asesinarlos. Botas, maletas, gafas, ollas…incluso pelo, que era vendido para la fabricación de telas que en ocasiones los nazis llevaban en sus abrigos.
 
Entrada de Auschwitz I

Auschwitz I

Auschwitz I

Maletas de los judíos

Auschwitz I

Crematorio Auschwitz I

Crematorio Auschwitz I
Cámara de gas de Auschwitz I, la única que no fue destruida por los nazis
 
Auschwitz II-Birkenau, se construyó como parte del plan de la Alemania nazi conocido como “solución final”, no era un campo de trabajo igual que el otro, sino que se construyó con la función de exterminar a los prisioneros que entraban en él. Para ello fue equipado con cinco cámaras de gas y hornos crematorios, cada uno de ellos con capacidad para 2500 prisioneros. Cuando llegaban al campo en vagones de carga, después de un viaje de varios días en el que no recibían ni agua, ni comida, los prisioneros eran seleccionados. Algunos iban a parar directamente a las cámaras de gas y otros eran enviados a los campos de trabajo o bien eran empleados para la realización de experimentos.
 
Los prisioneros considerados poco aptos para trabajar, eran trasladados hasta las cámaras de gas, donde se les informaba de que iban a recibir una ducha, y tras dejar sus pertenencias en una sala, eran encerrados y asesinados con gas Zyklon B. Se abrían cuatro latas de este gas y se vertía su contenido por unos orificios en la cámara de gas. En pocos minutos morían hasta tres mil personas. Cuando todos habían muerto se revisaba que no tuvieran ningún objeto de valor (dientes de oro, pendientes…) y eran llevados a los hornos crematorios.
 
En el campo aún se conservan algunos barrancones originales, las enormes letrinas y los restos de los hornos crematorios y las cámaras de gas que los nazis trataron de destruir antes de su precipitada huida. 
 
 
Entrada a Auschwitz II-Birkenau

Auschwitz II-Birkenau

Auschwitz II-Birkenau

Vagón de carga donde trasladaban a los judíos al campo de concentración 

Barracones Auschwitz II-Birkenau

Cámaras de gas y crematorio destruidos por los nazis

Gas Zyklon B 
 
Aunque no se trate de un lugar divertido,  visitar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau considero que es imprescindible para conocer una de las partes más trágicas e importantes de la historia del siglo XX. Los guías te hablan sin tapujos de la forma de vida de los prisioneros (es impactante). En Auschwitz I vas con unos cascos y aunque te alejes o te quedes haciendo fotos vas escuchando a la guía, lo que está genial para poder ir un poco a tu aire. Sin embargo, en Auschwitz II-Birkenau, no vas con los cascos y tienes que ir pegado a la guía para escuchar bien la historia. En nuestro grupo había un Argentino que había tenido un familiar en una de las celdas, pidió a ver si podía verla, pero esa no estaba abierta al público y no le dejaron. Era impactante ver cómo se le caían las lágrimas al ver y escuchar cómo vivió… Fue una experiencia inolvidable y muy dura, pero la recomiendo totalmente. Nosotros fuimos en pleno febrero, que hacía mucho frío y sólo pensar cómo podían estar en esas condiciones era abrumador. 

Después de esta dura excursión, habíamos contratado la excursión de las Minas de Sal con la misma agencia. Llevábamos unos bocadillos preparados para poder comer en el autobús, ya que no nos daba tiempo a ir a un restaurante pero  nos pudimos tomar un café rápido en Cracovia y de nuevo al autobús dirección a las Minas de Sal.
 
Se trata de un recorrido de unos 3.5 km por el subsuelo de sal, donde puedes ver estatuas de personajes míticos e históricos, esculpidas en la roca de sal por los mineros. Hay como una capilla, también toda tallada con la sal donde hasta los cristales de los candelabros están hechos de sal. También hay un lago subterráneo y exposiciones que ilustran la historia de la minería de la sal.
 
 

Capilla
 
Sinceramente, si llego a saber cómo era lo de las minas de sal, no la hago. Creo que hay cosas más bonitas que ver en Cracovia, que la mina. Fui yo la que insistí a Miguel en hacer esta excursión y la verdad que hubiese preferido hacer el tour de Cracovia macabra (que no nos ha dado tiempo a hacerlo porque no lo hacen todos los días). Además es una paliza hacer las dos en el mismo día, aunque así por lo menos no pierdes otro día. Igual que recomiendo 100% la excursión de los campos de concentración, la de Minas de Sal, no.

Para acabar el día fuimos a cenar comida típica Polaca, y nos pusimos las botas... jejeje La verdad que en Polonia se come bastante cantidad y a muy buen precio.


 
DÍA 4. Cracovia

Este día lo dejamos, para ver Cracovia más tranquilamente a nuestro aire y poder hacer fotos porque con los tour a penas te da tiempo, van muy rápido. No pudimos hacer este día el tour de Cracovia macabra, ya que sólo lo hacen uno o dos días a la semana y no coincidía.

ALOJAMIENTO EN CRACOVIA:
 
En Cracovia nos quedamos todos los días en el Ibis Budget Krakow Stare Miastro. Este hotel esta cerca de la estación de trenes y autobuses (menos de 5 minutos), además de tener un gran centro comercial al lado donde poder comprar comida o lo que se necesite. A 10 o 15 minutos andando del centro.
 
Para llegar del aeropuerto al hotel, fuimos en el bus 292 y nos bajamos justo en una parada que hay en frente del hotel (politéknika o algo así).
 
Habitación sencilla, algo pequeña, pero lo justo para ir a descansar. La cama muy cómoda, buena temperatura en la habitación y tanto el baño como la habitación muy limpias.
 
Si necesitas secador, lo pides en recepción y te lo dejan. La única pega es que no hay gel ni champú y toallas, solo te ponen dos para dos personas, si quieres más las tienes que comprar. Limpian la habitación un poco por encima todos los días. El wifi llega muy bien a la habitación y hay un canal en español en la tele! Hay un restaurante pero no puedo opinar porque no hicimos uso de él. También hay máquinas de café, refrescos, cervezas y creo que de snack. El café de la máquina no es muy allá, pero bueno, se puede tomar! Nosotros lo contratamos desde su página web de accorhotels y me hice socia (es gratuito) y la noche nos salió a unos 21 euros los dos. Lo recomiendo.

 
DÍA 4. Wroclaw

Este día nos levantamos temprano y fuimos a coger el bus para ir hasta Wroclaw (Breslavia en español, situado al sur de Polonia) 

Lo primero que hicimos es acercarnos al hotel para dejar las maletas en el guarda equipajes, ya que era temprano y la habitación todavía no la teníamos disponible. Una vez sin maletas, nos pusimos en marcha para conocer lo máximo posible de la ciudad.

Esta ciudad fue disputada por polacos, checos, austriacos, alemanes, húngaros y Prusia, gracias a ello es una ciudad con estilos arquitectónicos diferentes.

Nuestra primera parada fue la Plaza del Mercado (Rynek), que se caracteriza por tener edificios de todos los colores y estilos (barrocos, renacentistas...), la verdad que es preciosa. Las casas que se encuentran en los laterales fueron restauradas después de la Segunda Guerra Mundial y en el centro de la plaza destaca el edificio del Ayuntamiento.
 
 
Plaza del Mercado

Ayuntamiento

En una de las esquinas de la Plaza del Mercado se encuentra la Iglesia de Santa Isabel (Kosciol Sw. Elzbiety), la cual tiene unas vistas panorámicas de la ciudad increíbles. Tienes que pagar para subir sobre 1.5 euros. Merece la pena subir.
 
 
Vistas desde la torre de la Iglesia de Santa Isabel.
 
Una de las curiosidades de la ciudad de Wroclaw son sus diminutos habitantes de bronce (enanitos, gnomos…). Caminando por cualquier calle de la ciudad se puede ver a estos gnomos y realizar lo que se conoce en Breslavia como ”la caza del enano”.
 
En los años 80, Wroclaw estaba bajo influencia comunista y un grupo clandestino llamado The Orange Alternative, la alternativa naranja, decidió repartir enanitos por la ciudad para protestar de manera sarcástica e irónica contra el gobierno comunista.
 
Además, en muchas de las protestas en las calles de Wroclaw, los habitantes iban disfrazados de enanos naranja para exigir cambios en las acciones del gobierno, fue todo un símbolo para la creación de una nueva Polonia más europea y alejarse para siempre de la alargada sombra de la URSS.
 
Estas figuras están en el suelo, en las farolas, en establecimientos, carteles y muchos de ellos encarnan diversos oficios o acontecimientos de la ciudad.
 



 
 
Además, está “El papá enano” es el de mayor tamaño de todos y el primero que apareció en la ciudad, en 2001 cuando decidieron repoblar la localidad de enanos ya que estos habían sido destruidos o robados, el Papá enano es todo un símbolo para sus habitantes ya que sirvió para conmemorar el movimiento Naranja Alternativo, la elección del lugar no es casual, allí era donde se solían reunir las personas que formaban parte de ese grupo de rebelión anti-sistema.
 
 
Continuamos la visita, callejeando por la ciudad, viendo enanos por todos los lados, hasta llegar a la Universidad de Wroclaw y la Iglesia universitaria del sagrado nombre de Jesús, que están pegadas. Nosotros no entramos, decidimos seguir paseando, disfrutando de la ciudad.
 
Después cruzamos el puente Piaskowy para dirigirnos a la Isla de Arena, una de las pequeñas islas edificadas que tiene el río Óder. Desde este puente se pueden ver las dos torres de la Catedral de San Juan Bautista, nuestra siguiente parada. La catedral está situada en el Barrio de Ostrow Tumski, a la otra orilla del río. Se dice que es el barrio más antiguo de Wroclaw. La catedral fue reconstruida casi en su totalidad, ya que fue destruida por el Ejército Rojo en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, quedando sólo un 30% en pie. Las torres, por lo visto, tienen unas vistas de la ciudad muy bonitas, pero nosotros no subimos, ya que las vistas desde la Iglesia de Santa Isabel nos parecieron mejores.
 
Isla de Arena

Catedral de San Juan Bautista
 
Para acabar, fuimos paseando por la ciudad hasta llegar de nuevo a la Plaza del Mercado, ya que nos encantó y de ahí al hotel, para descansar y al día siguiente irnos a Varsovia, la capital polaca.
 
ALOJAMIENTO EN WROCLAW
 
 Este día pasamos noche en el hotel Piast Wroclaw Centrum. Lo recomiendo, porque se puede ir andando al centro (15-20 minutos) y está cerca de la estación de trenes y autobuses (5 minutos).
 
 
DÍA 5. Varsovia

Volvimos a madrugar para ir a Varsovia. Esta vez elegimos el tren porque tardaba bastante menos que el autobús, y aunque fuese algo más caro, consideramos que merecía la pena. Tanto el autobús como el tren lo pillamos por internet.
 
Este día hicimos dos tour, uno por la mañana de Varsovia judía, que por poco no llegamos, porque el hotel estaba muy lejos y por la tarde el de Varsovia comunista.
 
Antes de la Segunda Guerra Mundial Varsovia tenía una de las comunidades judías más grandes del mundo, lo que fue conocido internacionalmente como el Gueto de Varsovia. Aunque el patrimonio judío fue prácticamente aniquilado con bombas e incendios, convirtiéndose Varsovia en ruinas, las huellas de esta cultura siguen visibles en algunas partes de la ciudad. Son muchos los puntos de la capital donde las fotografías y murales muestran la desgracia que asoló un país entero.
 
El gueto de Varsovia fue creado por los nazis con la intención de aislar en él a la mayor parte de judíos posibles y dejarlos morir allí mismo lentamente, ya fuera de enfermedades o de hambre.  El gueto incluía dos de los barrios más habitados hasta ese momento por los judíos. Ambos estaban comunicados por una escalera de madera que pasaba por encima de una de las calles más transitadas de la Varsovia exterior al gueto, y por donde pasaban polacos no judíos continuamente.  En total el gueto llegó a medir 18 kilómetros de largo y hoy conforma el barrio conocido como Muranow.
 
 
Durante el tour fuimos por el centro de Varsovia y los antiguos barrios judíos (Muranow, Mirow, Wola), dónde nos enseñaron los lugares relacionados con los acontecimientos más trágicos del siglo pasado. Algunas de las cosas que pudimos ver son:
  • Monumento de los Héroes del Gueto: dedicado a aquellos que arriesgaron su vida en el levantamiento del gueto en 1943. Este levantamiento no se planeó como una apuesta por la libertad, sino como una forma honorable de morir. El Levantamiento duró un mes.
 

Monumento de los Héroes del Gueto
 
  • Muro del Umschlagplatz: el lugar desde el cual 300000 personas fueron deportadas en vagones de ganado hacia el campo de muerte de Treblinka en 1942. En sus paredes de mármol se pueden leer muchos de los nombres de las víctimas del Holocausto. Aún hoy se pueden encontrar ramos de flores y velas que homenajean a los fallecidos.
  • Cementerio judío.
  • Sinagoga Nozyk, la cual fue utilizada por los nazis como almacén. Se mantuvo intacta a pesar de que absolutamente todo a su alrededor fue arrasado.
  • Muro de Gueto: Aunque hace ya muchísimos años que el muro que marcaba los límites del gueto de Varsovia se destruyó prácticamente en su totalidad, aún hay rincones de la ciudad en los cuales quedan señales de lo que un día existió. Líneas en el suelo, marcas en paredes que recuerdan la altura hasta la que se levantaba, ladrillos que un día formaron parte del muro y que hoy sólo adornan parte de las calles… Por lo visto hay un trozo del muro del gueto de Varsovia que se encuentra en la calle Sienna 55 y se conserva tal cual se encontraba en su origen.
 
Nos contaron la historia de Irena Sindler, una mujer que durante la II Guerra Mundial salvó la vida de 2.500 niños judíos, a los que sacó en secreto del Gueto a riesgo de su propia vida. A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano de 1942, comenzó a sacar a los niños/as en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de recursos que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape. Sendler escondió bajo un árbol botes de cristal con los nombres de los 2.500 pequeños rescatados, sus nuevas identidades falsas y las familias católicas de acogida. Con ello, los niños pudieron salvarse de la muerte segura que les esperaba en el Gueto o en los campos de concentración nazis.
 
Por la tarde, hicimos el tour de Varsovia Comunista, dónde te explican cómo era el Socialismo en aquella época y cómo Varsovia fue reconstruida después de la II Guerra Mundial.
 
Visitamos, entre otras cosas,  La Plaza de la Constitución  y el Palacio de la Cultura y la Ciencia, que fue un “regalo” del pueblo soviético al pueblo polaco, por iniciativa del mismísimo Joseph Stalin  Subimos a la planta a la planta número 30 en ascensor donde hay un mirador con una vista panorámica de la ciudad.  

 
DÍA 6. Varsovia

Para finalizar hicimos el tour del Ciudad Vieja de Varsovia, que también llegamos tarde, porque nuestro hotel estaba muy lejos y moverse en autobús es un poco complicado. Había autobuses que tiraban de largo y no paraban a recoger a los pasajeros. Cuando llegamos, ya se habían ido, estuvimos dando una vuelta y al final los vimos y nos pudimos reenganchar al tour, aunque un poco tarde. Era nuestro último tour, porque por la tarde-noche ya salía nuestro vuelo para España.
 
El centro histórico de Varsovia fue reconstruido casi por completo después de la guerra. Gracias a una excelente renovación fue incluida en la Lista del Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad de la UNESCO. En este recorrido pudimos ver:
 
  • El Castillo Real, que se convirtió en residencia del rey cuando se trasladó la capital de Cracovia a Varsovia. Del Castillo destaca la torre con el reloj, que diariamente a las 11.15 se realiza un toque de trompeta.
  • Columna del rey Segismundo III Vasa, es el monumento laico más antiguo y alto de Varsovia. La espada que sostiene en su mano derecha es símbolo de su valor, y la cruz en la mano izquierda, de su constante disposición a luchar contra el mal.
 
Castillo Real y Torre del Rey Segismundo.
  • Basílica Archicatedral del Martirio de San Juan Bautista Mártir.
  • Santuario de Nuestra Señora de Gracia Patrona de Varsovia.
  • Plaza Kanonia, donde se encuentra una campana de bronce, que nunca fue colgada en el campanario de ninguna iglesia.
  • Mercado de la Ciudad Vieja, es una plaza muy pintoresca, que fue en el pasado la plaza principal de Varsovia; donde se llevaban a cabo grandes celebraciones, ferias y también las ejecuciones de los condenados.


Mercado de la Ciudad Vieja
 
  •  Monumento a la Sirenita de Varsovia, es el símbolo de Varsovia (figura en el escudo de la ciudad).
  •  La Barbacana y la muralla de la ciudad: la barbacana fue una obra de fortificación, que formaba parte de la muralla de la ciudad. Destruida casi totalmente durante la II guerra mundial, fue reconstruida tras finalizar la guerra.
 
Barbacana y muralla
 
ALOJAMIENTO EN VARSOVIA:
 
El hotel era Ibis Warszawa Reduta, a pesar de estar cerca de una de las paradas de estación de tren, no lo recomiendo porque estaba lejísimos del centro, a unos 45-50 minutos o más en bus… una locura. Recomendaría alguno por la estación central de trenes, que aunque todavía esté lejos del centro, está más cerca y tienes la posibilidad de tener la estación cerca.

CONCLUSIONES:
 
Debo reconocer que este viaje no me llamaba en un principio mucho la atención, prefería otros destinos, pero esta vez le tocaba a Miguel elegir el destino y la verdad que no se ha equivocado para nada. He venido impresionada, me ha encantado. Es un destino que hay que ir preparada emocionalmente, porque tiene una historia muy trágica, pero lamentablemente, no deja de ser historia y ahí está… y es importante conocer la historia, para no volver a repetirla…  Tuve momentos en los que realmente se me pusieron los pelos de punta y tenía las lagrimillas a punto de caer (bueno, alguna calló…), pero es un viaje que recomiendo totalmente. A mí personalmente, Cracovia es lo que más me gustó y luego Wroclaw, que siendo muy diferente, tiene mucho encanto. Sin embargo, Varsovia, a mi, personalmente, no me gustó tanto, ya que todo está reconstruido. Si tenéis menos días, yo os recomendaría que quitaseis del itinerario ésta.







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